Pero, ¿Donde quedan esos sueños de niño? ¿Donde nos dejamos las ganas de cambiar el mundo?
Esas que de adulto parecen unas locas ideas del pasado son las que deberíamos seguir teniendo en mente cuando crecemos, no tenemos que conformarnos con lo que se nos da y/o conseguimos, tenemos que pensar que tenemos generaciones por delante que merecen llegar a adultos con un mundo mejor, o al menos con un intento de mundo mejor. Si no lo conseguimos que no sea por que no lo hayamos intentado, si no por que al intentarlo no lo hicimos lo suficiente.
Inculquémosles a nuestras generaciones futuras la idea de no conformarse con lo que el mundo les brinda, que quieran ¡MAS!

No hay comentarios:
Publicar un comentario